¿Qué sucede?

Aunado a los problemas de las malas prácticas constructivas, calidad en los materiales, falta de supervisión profesional y problemas de mantenimiento en las edificaciones, una estructura está expuesta a distintas cargas ambientales a lo largo de su vida útil. En el caso de la edificación urbana, los sismos son una de las cargas ambientales que más han producido daños estructurales. Si al término de cierto evento sísmico la estructura experimenta algún tipo de daño y esta no se somete a trabajos de rehabilitación o reforzamiento, existe la posibilidad que ante la ocurrencia de una segunda carga sísmica el edificio desarrolle un nivel de daño mayor. Si el proceso anterior se repite en varias ocasiones, existe una alta probabilidad de que la estructura presente niveles de desempeño y confiabilidad no deseados.